Si pensabas que los procesos del
desarrollo de tu hijo durante sus primeros dos años de vida fueron
vertiginosos, verás que estos años de preescolar están llenos de actividad y
preguntas sin fin. Una vez que aprenden a hablar, los niños sólo necesitan un
compañero con el que compartir un mundo que se abre a sus preguntas y
comentarios. Este es el momento en que los padres comienzan a sentirse
obligados a explicar la adopción a sus hijos. A esta edad los niños vuelcan
muchísima atención en las conversaciones de los adultos y comprende mucho más
de lo que éstos imaginan. Los padres se encontrarán de lo más ocupados
respondiendo a preguntas tales como el por qué del azul del cielo; la caída de
las hojas; los colores de la piel; el vuelo de los pájaros o la razón por la
qué ahora no van a tener un hermanito. Cuánto más cómodos se sientan los
padres respondiendo a todas sus preguntas, más dispuestos a aprender se
encontrarán los niños. La
falta de aprender por aprender se debe a menudo a demasiados “no lo sé” a sus
preguntas o la clara indiferencia de sus padres.
A
veces los padres se avergüenzan de no conocer las respuestas, o temen dar la
contestación equivocada, por lo que ignoran la pregunta o cambian de tema. Al
hacerlo pierden la oportunidad de hablar con sus hijos de sentimientos
importantes. Por ejemplo, recordamos el caso de una niña que, visitando un
museo con su padre, le preguntó por qué lloraba la mujer de uno de los cuadros.
Él se sintió incómodo y siguió adelante. Sin embargo esta hubiera sido una
ocasión excelente para comentar las razones por las que la gente a veces está
triste, y de preguntarle a su hija por qué pensaba que la mujer del cuadro
estaba llorando.
Los
niños entre 2 y 5 años tienen muchos miedos, especialmente a ser abandonados,
perderse o dejar de ser amados por sus padres. A menudo, desarrollan un razonamiento “mágico”, y no
distinguen la realidad de la fantasía, sintiendo miedos muy reales a cosas
imaginarias, como los gigantes, los monstruos, las brujas o los animales
salvajes.
A esta edad, los niños se
van acostumbrando a separarse de sus
seres queridos, a menudo porque van a la guardería o al parvulario. Hacen nuevos
amigos, y conocen a gente más allá de su familia, ampliando sus intereses. A la
vez, se dan cuentan de que sus padres no lo saben ni lo pueden todo, y que no
pueden controlar todo lo que pasa a su alrededor, un sentimiento terrible que
amenaza su seguridad.
Verás
que niños y niñas imitan
la forma en que sus padres les cuidan, paseando, alimentando, cambiando
y acostando a sus muñecos y peluches. Los besan, y a veces los tiran o golpean.
Desarrollan con ellos los comportamientos de vinculación y separación. Si entra
un bebé en la familia, muchos niños de 2, 3 y 4 años insisten en que es su
“bebé”, que lo parieron o adoptaron ellos. A veces las niñas pueden decir que
ellas son la mamá, y papá. Los niños cuentan a menudo que se casarán con mamá
cuando papá muera. Si les escuchas, te darás cuenta que los pequeños están intentando comprender las
relaciones de la familia y encontrar una manera de expresar sus sentimientos de
amor, odio y celos.
Los niños no entienden
por qué mamá y papá duermen juntos mientras que a ellos les toca hacerlo con un
peluche. Es el llamado complejo
de Electra en las niñas, conocido como complejo de Edipo en los niños. Las niñas pueden
sentirse celosas de la relación adulta entre su padre y su madre,
experimentando una mezcla de sentimientos que incluyen querer casarse con papá,
y a la vez, sentir que no dan la talla. Los niños quieren ser la pareja de mamá
en todo y mostrar su incipiente masculinidad. No entienden por qué papá tiene
que estar siempre presente, pero a la vez temen que esté enfadado con ellos por
expresar esos sentimientos de rechazo. Es un comportamiento perfectamente
normal en niños de esta edad.
Durante esta etapa también se observa un aspecto
agresivo y competitivo. A veces, se muestran tozudos, retadores, y
peleones, generalmente con el progenitor de su mismo sexo. Las niñas discuten
con su madre sobre la ropa, qué juguetes llevarse o quién manda sobre el bebé.
Los niños insisten en hablar sobre lo
que harán de mayores y hasta en la más pacífica de las familias, transformarán
todo tipo de objetos en armas que usarán contra todo y contra todos, incluido
su padre en momentos de frustración y enfado.
Estas conductas son parte
del proceso de elaboración de los niños de sus sentimientos de inferioridad y
pequeñez frente a sus padres, y su ansia de autonomía e independencia. Quieren ser mayores, pero seguir
disfrutando de las ventajas de ser pequeños. Si no pueden ser la pareja
de mamá o papá, quieren ser sus “bebés”.
Gradualmente, la
intensidad de estos sentimientos disminuye. El amor de los niños por sus padres
les permite superar el complejo de Edipo o el de Electra, cambiando el deseo de
casarse con sus padres por el de ser como ellos cuando crezcan.
Casi todos los niños
pasan por esta etapa, con diferentes manifestaciones, incluso aquellos criados
en familias monoparentales. A veces, este comportamiento se expresa de forma
directa. A veces es más sutil, reconocible sólo
través de sus sueños o de juegos.
(Los niños que han sido maltratados no siempre muestran
este tipo de comportamiento.
Pueden mostrarse seductores o temerosos, indecisos sobre si pueden ser afectuosos,
o desplegar síntomas propios del abuso sexual. Estos niños necesitan ayuda
extra de sus padres y, posiblemente la de un terapeuta, antes de sentirse lo
suficientemente seguros como para expresar sentimientos de amor o sexualidad en
sus nuevas familias).
Durante estos años, es
mejor responder a estos comportamientos con sentido del humor y explicarle con
mucho tacto que, cuando crezca, encontrará a alguien como mamá o papá. Los
niños adoptados se preguntarán, indefectiblemente, a qué mamá o papá te
refieres. Algunos expertos creen que este no es el momento de hacer hincapié en
la familia biológica, pues ya les cuesta bastante encontrar su lugar en la
familia adoptiva (como hermano pequeño, mayor, etc.) y asumir su género sin
encima tener que ocuparse del significado de “padres biológicos”. Es posible que
los niños de esta edad ni siquiera entiendan este concepto.
Biblioteca Virtual de postadopcion.org
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