En unas de nuestra búsqueda por la red dimos con este
artículo. Nos pareció tan interesante que os lo hago llegar, por partes ya que
es un poco extenso:
“Se trata de características que se aplican sobre todo a niños
adoptados entre los 0-12 años, aunque algunas pueden permanecer toda la vida,
como el hecho de ser frágiles en sus necesidades primarias.
Por otra parte, muchos niños
biológicos pueden presentar los mismos comportamientos, pero lo que constatamos
en los niños adoptados es la intensidad, la generalización y la frecuencia de
estas reacciones. Estas características son:
1.
El instinto de supervivencia.
2.
El incomparable.
3.
Los sueños difíciles.
4.
¿El niño Teflón o Velcro?
5.
La reproducción de sus modelos de supervivencia.
6.
El desarrollo en escala.
7.
Las fases de regresión.
8.
El seductor o el indiferente.
9.
El miedo exagerado al rechazo y al abandono.
10. La no-permanencia
de las cosas.
11. La fragilidad
en sus necesidades primarias.
12. El instinto
del pequeño salmón.
1. El
instinto de supervivencia:
Los niños adoptados son todos
extraordinariamente supervivientes. Desde su concepción han sobrevivido física
y emocionalmente a una serie de obstáculos que desafían a la imaginación cuando
uno se detiene a reflexionar un momento sobre ello.
2. El
incomparable:
Sin querer, los amigos, la familia e incluso algunos
profesionales de la salud pueden hacer la vida dura a los nuevos padres
comparando siempre el niño adoptado con los hijos biológicos. Tanto en la curva
del crecimiento, como en la edad “normal” de las habilidades psicomotrices, la
comparación puede inquietar inútilmente a los padres.
Durante los 6 primeros meses de su llegada, es necesario
hacerse a la idea de que será “incomparable”… y en varios sentidos de la
palabra. Será incomparable ya que no responderá a lo que un niño de la misma
edad, nacido y crecido en nuestro entorno “debe hacer”. Será incomparable, ya
que durante los primeros 6 a 12 meses, se desarrollará a un ritmo
extraordinario si se tiene en cuenta su estado el primer día de la adopción. Es
necesario centrarse y no dejarse herir ni desestabilizar por las observaciones
de los otros. Es necesario comparar siempre al niño consigo mismo. Sólo sabemos
realmente el camino que ha recorrido desde su adopción.
3. Los sueños
difíciles:
Durante el primer año, y a menudo más tarde, los niños
adoptados viven y hacen vivir a sus padres noches difíciles. Se niegan a
dormirse, miedos nocturnos, pesadillas frecuentes, sueño agitado… son cosas
corrientes y previsibles en adopción.
La calidad del sueño de un niño es el reflejo se la salud
física y de su estado emotivo. Es por la noche cuando el cerebro y el cuerpo se
limpian de sus cansancios y de sus emociones. Los niños adoptados tienen que
realizar tareas enormes durante el día: acostumbrarse a nuevas personas,
espacios, olores, sonidos, dejarse querer… Esta realidad actual se añade a
anclajes de su pasado como haber sido abandonado, haber tenido hambre, sed o
dolor por la noche sin haber sido consolado o aseado. Todos hemos tenidos
noches agitadas antes de un examen o entrevista. Si como adultos nos es difícil
controlar las noches agitadas, es muy difícil pedir a un niño que lo haga”.
Fuente http://www.quebecadoption.net/adoption/postadopt/pieges.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario