ENSEÑA A TU HIJO A COMER BIEN
CÓMO FOMENTAR HÁBITOS
ALIMENTICIOS SALUDABLES
- Si
piensas que su hijo/a come poco, lo que primero tienes que hacer es un registro de lo que en
realidad come. Puede que coma lo suficiente y, por tanto, no debas preocuparse. Anota las horas/veces en las que come algo, cantidades y tipos o
variedad de alimentos. Parte de la premisa que no todo el mundo necesita
comer lo mismo y habla con el pediatra de las cantidades adecuadas para la
edad y las características de su hijo/a.
- Haz de las horas de comer momentos relajados y agradables.
- ¿Cómo crear un ambiente agradable?: que esté todo bien iluminado, con un plato divertido o apetecible a la vista, un vaso con un
dibujo animado, conversación
agradable y sonrisas. Puede incluso adornar la mesa con adornos divertidos. Prohibido gritar o pelearse en la
mesa. Si has observado que ciertos
objetos, juguetes o situaciones distraen demasiado a su hijo/a, retíralos. La hora de comer es
para comer, no se juega ni se ve la televisión. Se puede permitir al niño mantener un juguete en la mano o cerca de él. Habla de cosas
agradables con su hijo/a mientras
come, cuéntale un suceso divertido del día
o cántale una estrofa de una canción si es pequeño/a. No insistas una y otra
vez en que coma, él ya sabe que es la hora de comer. No hagas comentarios continuos si el niño no come, recuérdale alguna vez el refuerzo o la
actividad agradable que le espera para después de comer y/o que el tiempo
de comida se está acabando, pero no lo haga con demasiada insistencia
–sólo 1 ó 2 veces máximo. Refuerce o alabe si está comiendo pero procure
hacerlo con sonrisas y comentarios
no directamente relacionados con la comida. Si eres tú la que le da de
comer, espacia los ofrecimientos de la cuchara o de la comida unos 5-10 segundos después de que ha
rechazado una cuchara, después de este tiempo inténtalo de nuevo.
- Instaura una rutina del momento de comer: comer a la misma hora, en el mismo lugar
y con las mismas condiciones ambientales (por ejemplo la condición de tele
apagada hasta que haya terminado de comer). Elige con cuidado las horas de
las comidas si su hijo/a es pequeño/a,
piensa en adelantar las comidas y las cenas para evitar que a tu hijo le entre sueño antes o durante la
comida y ya no quiera comer. Un horario razonable entre los 3-4 años es
comer a la 2- 2.30 y cenar a las 8.30- 9. Para elegir el horario del
desayuno, aconsejamos despertar al/la niño/a por las mañanas con el
suficiente tiempo para que pueda esperar a desayunar una vez que se ha
despertado del todo después de vestirse, lavarse o incluso charlar un
ratito. Haz que el niño/a coma con otros miembros de la familia si es
posible.
- Haz coincidir el final de la comida con alguna situación que le guste al/la
niño/a, por ejemplo un juego de
escondite o cosquillas si es pequeño/a, ver la televisión, ver un cuento o
sacar su juguete preferido.
- Pon raciones pequeñas, fundamentalmente si se trata de comida nueva o de
comida que a él/ella no le ha gustado en otras ocasiones. Si el problema de no querer comer es muy
serio, también puedes probar a poner comidas que se puedan comer sin
cubiertos. Paulatinamente se irá alternando esta comida con la comida de
cuchara.
- Varía durante la semana los alimentos de cada comida. Evita poner todos los días
lo mismo, los/as niños/as se cansan.
- Si
no le gustan ciertos alimentos y además come muy mal, evita los alimentos
que no le gustan los primeros días (no podemos empezar por todo a la vez)
y céntrate solo en que coma sentado, solo y cantidades normales. Le enseñaremos a comer de todo una vez
que coma cantidades adecuadas de comida y, además, que las coma con gusto
y aceptando la rutina de comer. Podemos intentar que coma alimentos nuevos
en horas distintas a las comidas principales, a modo de aperitivos o como
golosinas sueltas.
- Ponle comida simple y fácilmente identificable. A los/as niños/as les gusta ver
lo que están comiendo. Aconsejamos además no mezclar alimentos en el mismo
plato o la misma cuchara.
- Cuando
decidas incorporar alimentos nuevos, pon solamente un alimento nuevo cada
vez, junto con otro que le guste al/la niño/a. Para los alimentos que no
le gustan, pon muy poco y siempre acompañado de otros alimentos que le
gustan mucho. Puedes probar a poner platos combinados (no mezclados) con
raciones muy pequeñas y variadas.
- Para
conseguir que tu hijo/a coma más cantidades, aumente en un principio en
aquellas comidas que más le gusten. Ve aumentando progresivamente la
cantidad de alimento que le pones en el plato de aquellas comidas que al/la
niño/a más le gustan, házlo poco a poco sin que apenas se note. Primero
házlo sólo en una de las comidas del día (el almuerzo o la cena, por
ejemplo), comenzando por aquella en la que el/la niño/a suele comer más
y/o suele estar de mejor humor o más despierto/a.
- Respeta siempre el número de comidas del día y no añadas ninguna más aunque el/la
niño/a no haya comido nada en la anterior. No des de comer entre comidas.
- Marca un tiempo razonable para la comida. Anímalo a comer pero, si no
lo hace, retira la comida después
de que pase un tiempo razonable.
Puede disponer de un reloj con alarma. Explícale al/la niño/a que
hay un tiempo de comida. Refuerza al/la niño/a mientras va comiendo. No le
sirvas más hasta la próxima comida. Puedes reforzar con un postre especial
el acabar a tiempo. Si tu hijo/a es de los que se levantan de la mesa,
tardan mucho en comer, y quieren que tú vayas detrás con la comida, puedes usar un reloj para indicarle que
hay un tiempo límite en el que debe estar sentado/a. También debemos
enseñar que hay unas horas apropiadas para comer y otras no. Si tarda mucho porque está jugando o viendo la tele mientras come, retira lo
que le distrae. Si tarda mucho porque come a bocados excesivamente pequeños, aumente progresivamente y/o muy poco a poco hasta cantidades
normales.
- Acostúmbrale
a no levantarse de la mesa. Si se levanta, ya hemos comentado que no debes llevarle la comida hasta
donde se ha ido el/la niño/a. Lo mejor es que tú sigas comiendo y le des un aviso verbal indicándole que la comida se queda fría y/o que el tiempo
de comida se va a acabar y se va quitar la mesa. El/la niño/a pierde
“tiempo de comida” y tú te debes asegurar que después de ese tiempo no
puede picar nada hasta la próxima comida. En algunos casos puede ser
conveniente el obligarle físicamente a permanecer sentado/a.
- Dále a escoger en el postre, procurando postres muy apetecibles para el/la
niño/a. Por ejemplo, puede elegir entre un helado o una chocolatina
pequeña si esos son sus alimentos preferidos...
- Anímale
a que ayude a preparar la comida. En caso de niños/as mayorcitos/as
dejarle que ayude a planificar las comidas de la semana o cuando hay que
ir a hacer la compra.
- Permite que haya un periodo de descanso antes de la comida para evitar la fatiga o
la sobreexcitación que algunos niños/as traen del colegio y quitan las
ganas de comer. En el desayuno y merienda ten refrigerios variados y
nutritivos, permite que los/as niños/as elijan. En las comidas principales
no se debe elegir, exceptuando el postre cuando se está iniciando el
programa de alimentación.
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