Aunque en general no me encantan los cuentos de princesas
delicadas y que no hacen otra cosa que quejarse, por la influencia negativa que
suele tener en la infancia, sobre todo en las niñas; en este caso os hablaré de
un cuento tradicional, “la princesa y el guisante”, en su versión más
impresionante para los niños: pop-ups.
Aparecen bosques, castillos, habitaciones… todo un mundo de
cuentos que a mi hija le encanta y que me sirve de escenario para contarle cada vez un cuento diferente (eso sí, hay que tener imaginación para ello), ya que sus ilustraciones nos ayudan
a inventarnos historias mucho más interesantes que la nos cuenta en sus páginas
escritas.
Por eso lo compré, y fue todo un acierto porque mi hija me lo pide cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario