La adopción. Suena el teléfono. Una lágrima recorre la mejilla
de Paz, mientras su marido la mira expectante.
Tras cinco años han recibido la
llamada que tanto esperaban. Por fin van a a ser padres. Acaba un proceso que
siguen muchas familias.
En este caso se trata de una familia valenciana, pero
podría ser el de cualquier familia española que no pueden tener hijos
biológicos y deciden adoptar.
Pero lo que en un principio parece un trámite
sencillo, se convierte en un duro proceso en el que se deben pasar numerosos
exámenes y entrevistas para convertirse en la “familia idónea”. Algo que reduce
el número de adopciones según pasan los años.
Si bien es cierto que la situación económica y las duras
restricciones que están poniendo los países natales de los niños hace más
difícil la adopción, ésta sigue siendo una puerta abierta para los padres que
no pueden tener hijos.
Son muchos los que se dirigen a otro país para solicitar
una adopción porque en su comunidad el descenso de los casos de abandono, el
aumento de la calidad de vida y el desarrollo del sistema de protección de la
infancia hacen que el número de niños en adopción se reduzca. Aunque hay quien
no pierde la esperanza de lograrlo.
De cualquier forma los datos nos indican que ha descendido
en número de
expedientes de adopción internacional y que los de nacional van
aumentando cada año. La explicación está en que, por un lado, se ha
reducido la lista de espera para poder adoptar en España y, por otro, que en
algunos países se ha producido un endurecimiento de los requisitos necesarios,
lo que ha animado a las familias acogedoras a solicitar más niños nacionales.
Sin embargo, estos datos no significan que la adopción
internacional no siga adelante. Según el Instituto Nacional de Estadística
(INE), China, Colombia y Vietnam son los países donde hay mayor número de
adopciones.
No obstante, en el caso de China éstas descendieron con respecto a
años anteriores. Las férreas condiciones impuestas por las autoridades chinas
para poder adoptar han provocado un importante descenso de las solicitudes de
niños chinos.
(Fuente: Levante emv)
Por otra parte, es
indudable que las familias biológicas y las familias adoptivas compartimos
aspectos esenciales en cuanto a la crianza de los hij@s. Sin embargo, las
familias adoptivas, a las dificultades propias de toda crianza, debemos añadir
el hecho de que las vidas de nuestr@s hij@s no comenzaron cuando nosotros
entramos a formar parte de ellas:
¿Qué traen nuestros hij@s en su"mochilla"? ¿Cómo afecta la
calidad y duración del período de institucionalización en el establecimiento de
un vínculo seguro? ¿Qué influencia tienen factores pre y postnatales, cómo la
malnutrición, el alcoholismo, los tóxicos ambientales, etc. en el rendimiento
escolar? ...Cuando los niños no vienen de París trata de ofrecer, tanto a
familias como a profesionales, un espacio de reflexión y orientación sobre
éstas y otras cuestiones que afectan a la parentalidad adoptiva.
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